La Independencia de México inició el 16 de septiembre de 1810 con el Grito de Dolores y culminó el 24 de agosto de 1821, con la firma de los Tratados de Córdoba. Con este documento se logró el reconocimiento de México como nación independiente y se puso fin al Virreinato de la Nueva España.
El gobierno de la Cuarta Transformación (4T) recordará este importante movimiento político y armado con actividades culturales en todos los estados de la República Mexicana. Entre estos se destaca el homenaje a Vicente Guerrero, 200 años de la promulgación del Plan de Iguala, la celebración del Día de la Resistencia de los Pueblos Originarios, la Ceremonia de la Cruz Parlante y el fin de la Guerra de Castas, la Conmemoración de la fundación de México Tenochtitlán, El Grito de Independencia en la Ciudad de México, y una ceremonia para recordar a José María Morelos y Pavón.
La Secretaría Estatal de Mujeres morena, Ciudad de México, dedica su número 17 de su revista en voz alta a las mujeres que, siendo un sector oprimido, jugaron no uno, sino varios roles importantes en la guerra de Independencia. Las mujeres caminaron y apoyaron al movimiento económicamente, como cocineras, enfermeras, informantes, mediadoras y también en la planeación de las batallas. Los nombres de muchas de ellas son poco conocidos, por lo que podemos decir que la historia no les ha hecho justicia a todas esas mujeres que arriesgaron la vida por la causa de la Independencia.
Durante muchos años la historia ha estado enfocada en destacar las figuras masculinas, “los héroes que nos dieron patria”. Pocos nombres de mujeres han sido visibilizados, pero hay algunos como Leona Vicario, Josefa Ortiz, Gertrudis Bocanegra, Mariana Rodríguez Toro y María Ignacia “La Güera Rodríguez” que han logrado trascender y hacer patente que la Independencia de México no habría sido posible sin la participación decidida y activa de las mujeres.
Las mujeres independentistas se atrevieron a luchar y romper el sistema opresor, fueron rebeldes de su época que se levantaron y ganaron un lugar en la historia, por lo tanto, las mujeres del México de hoy tenemos el reto y la obligación de luchar hasta conseguir una sociedad libre, sin explotación y con igualdad de derechos para hombres y mujeres; no sólo luchar por los derechos específicos de las mujeres, de pensar, decidir sobre su cuerpo, vivir sin violencia de género, tener garantizada la salud, la educación y un trabajo y salario digno, y para lograrlo hay que tomar el poder. Hombres y mujeres juntos hacemos la historia.
¡Vivan las mujeres que nos dieron patria!