Editorial

La pandemia ha evidenciado el fracaso del neoliberalismo y agudizado los problemas sociales y económicos de la mayoría de la población en todo el mundo: racismo, pobreza extrema, migración, desigualdad laboral, entre muchos otros males del capitalismo salvaje y patriarcal. Las mujeres, pero sobre todo las más pobres, padecen además la violencia de género: sexual, política, cultural y legal; llegando al extremo del feminicidio.

En 2016 algunas mujeres en Polonia organizaron una marcha en protesta por la posible ilegalización del aborto, por lo que algunos colectivos convocaron a la huelga general (conocida como “Lunes negro”, porque las mujeres marcharon vestidas de negro) a través de redes sociales. Ese mismo año en Argentina el movimiento “ni una menos” convocó a un paro nacional en repudio a los feminicidios y contra la violencia machista y patriarcal; a esta se sumaron mujeres de otros países como Francia, España, Chile, Bolivia, Honduras y México.

Un año después en Estados Unidos se convocó a la Marcha Mundial de las Mujeres. La plataforma Paro Internacional de Mujeres (International Women’s Strike) difunde la convocatoria internacional a “la primera huelga mundial de mujeres” como respuesta a la violencia “machista” en todas sus formas y expresiones, a este evento se sumaron organizaciones de mujeres de más de 50 países quienes propusieron visibilizar esta violencia a través de una huelga internacional. El primer Paro Internacional de Mujeres se realizó el 8 de marzo de 2017 día en que se conmemora el Día Internacional de la Mujer, movimiento que es conocido como 8M.

¿Cuáles son las reivindicaciones del 8M?

Las generales son: igualdad política, igualdad civil y legal, igualdad salarial, derecho al trabajo y a la educación, igualdad de oportunidades para la mujer respecto del hombre; podemos decir que estas son el núcleo de las reivindicaciones mundiales, porque dependeran de cada región y país, de su situación social, cultural y política. En América Latina se suman los derechos humanos, los derechos reproductivos (aborto), libertad sexual (diversidad sexual), la no violencia en razón de género, reconocimiento del trabajo doméstico y de cuidados, entre muchas más.

El tema de este número de en voz alta “Movimiento 8M. Reivindicaciones en México y en la Cuarta Transformación: justicia social, derechos humanos y cero impunidades”, nos permite reflexionar sobre qué pasa actualmente en nuestro país y cuáles son las demandas de las diversas organizaciones de mujeres y cuáles son las propuestas y las respuestas del gobierno de la Cuarta Transformación (4T).

A tres años de gobierno de la 4T se puede afirmar que hay avances importantes a favor de los derechos de las mujeres y niñas ya que son mujeres más de la mitad de los 24 millones de beneficiarios de los programas integrales de bienestar (becas, Programa Sembrando Vida, Tandas para el Bienestar, y los proyectos de fortalecimiento a las microempresas), lo que implica que se va acortando la brecha de desigualdad y con ello se reducen los niveles de violencia; en este sentido se llevan a cabo políticas públicas específicas de acceso a la justica y de cero impunidad.

¡Por el bien de todas, primero las pobres!