Mtra. Olivia Gómez Lezama*
El reconocimiento que se ha ganado Elena Poniatowska, tanto el popular como entre las élites literarias, ganadora de diversos premios: Cervantes (2013), Alfaguara de Novela (2001) y Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos (2007), ha sido producto de un trabajo continuo de la autora, caracterizado por darle “voz” a los personajes que el régimen ha querido callar, a la disidencia, a los de abajo, al cotidiano de la gente. De ahí, en principio, su vocación democrática, pues ha contribuido a mostrar el carácter plural de la sociedad mexicana, que en muchas ocasiones el discurso hegemónico ha querido ocultar.
Con la publicación en 1970 de La noche de Tlatelolco, en el que dio cuenta de la matanza de estudiantes que llevó a cabo el gobierno autoritario del entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, afianzó el carácter de sus obras que seguiría años después. En aquel momento, no era menor que se dieran a conocer estos sucesos tan condenables, pues, precisamente,una de las consignas del movimiento estudiantil de 1968 había sido la de “prensa vendida”, ya que los periódicos y, en general, los medios de comunicación no los mostraban a la opinión pública debido a la relación de complicidad con el gobierno, el cual mantenía el control de la prensa a través de distintos mecanismos. Uno de ellos era a través del monopolio de la compra y venta del papel para imprimir, por medio de la Productora e Importadora de Papel, Sociedad Anónima (PIPSA).1Además, de que “mantenía con los medios una relación de ayuda mutua, en la que los dueños de periódicos, estaciones de radio y televisión gozaban de diversas ayudas (como exenciones fiscales, compra de publicidad y venta de papel barato) a cambio de una lealtad absoluta que comprometía a sus reporteros y articulistas a no hacer críticas severas al sistema político mexicano”.2En ese contexto, la publicación de dicho libro constituyó una denuncia del autoritarismo del régimen que éstequería ocultar. De ahí que, según testimonio dela propia autora, la editorial Era, encargada de su publicación, haya recibido una amenaza de bomba que estallaría en su imprenta.3
Asimismo, la formación periodística de la autora aunada a su posición de izquierda propiciaronque haya escrito en diversas publicaciones periódicas de esta tendencia. Por ejemplo, desde la revista Siempre!, en la que también escribían otros intelectuales de la misma posición como Carlos Monsiváis y Fernando Benítez, le dio cobertura al proceso de prisión que vivieron los estudiantes que participaron en el movimiento estudiantil del 68, como ocurrió cuando entrevistó al entonces, obispo de Cuernavaca, Sergio Méndez Arceo, perteneciente a la teología de la liberación, corriente católica que hizo suyo el marxismo en su búsqueda de un “cristianismo más auténtico”, cercano a los pobres, mientras le era negado, a dicho religioso, visitar a los estudiantes en prisión; a través de las páginas de Siempre! también cubrió la represión a la manifestación estudiantil del 10 de junio de 1971, llamada “Jueves de Corpus”.4
De igual modo, participó en la revista Punto Crítico que comenzó a publicarse en 1972, a cargo delos dirigentes del 68 más relevantes: Raúl ÁlvarezGarín, Roberto Escudero, Gilberto Guevara Niebla, Salvador MarínezdellaRocca, Eduardo Valle y Félix Hernández Gamundi. Sin mencionar, su vinculación con la editorial Era, con la que publicó varias de sus obras, la cual, desde su surgimiento en 1960 marcó su línea editorial como de izquierda marxista no ortodoxa.
Por otro lado, Poniatowska se ha consolidado como una de las mejores cronistas de la Ciudad de México, junto a Carlos Monsiváis, ambos testigos del proceso de modernización que ésta sufrió, sobre todo, desde la segunda mitad del siglo XX. Desde este ámbito, la autora también posibilitó que las voces de los pobres y sus vidas cotidianas tuvieran eco.
Las crónicas urbanas de Elena Poniatowska tienen como principio de representación el conjuro del silencio de los miles de habitantes de la Ciudad de México cuyas voces son acalladas por una tradición cultural y política que niega las voces de los marginados, de los desposeídos. Para Poniatowska esta minusvalía vocal es consecuencia de los mecanismos de dominación de un sistema hegemónico que se ha consolidado en este país sobre la base de periferias ignoradas dentro de los proyectos nacionales.5

Esta situación produjo una separación entre el gobierno y los gobernados, pues el primero no escuchaba las demandas de la ciudadanía. La lejanía que existía entre ambos quedó claramente manifiesta durante el terremoto de 1985, ya que el gobierno no acudió pronto a apoyar a los damnificados y fue la sociedad civil organizada la que resolvió los problemas a los que éstos se enfrentaron. En este contexto, una vez más, Poniatowska tuvo el tino de sacar a la luz las deficiencias del régimen con el libro Nada, nadie. Las voces del temblor, también publicado por Era en 1988, en el que dio voz a los afectados por este fenómeno natural.
Poniatowska ha estado presente para dar cuenta de otros movimientos sociales y políticos relevantes de los últimos años, dándole voz continuamente, a la disidencia política con sus obras: EZLN. Documentosy comunicados y Amanecer en el Zócalo.Los 50 días que confrontaron a México. En el segundo de ellos, hace referencia a la movilización social que se suscitó con motivo de la elección del 2006 cuestionada bajo la bandera “voto por voto” y “casilla por casilla” en pro de la candidatura de Andrés Manuel López Obrador. En resumen, consu labor ha contribuido a la formación de un Méxicomás incluyente y a la construcción de una sociedad más democrática y plural que abarque los distintos puntos de vista y, sobre todo, que incluya a la disidencia, sin la cual difícilmente podría entenderse la historia contemporánea y reciente de la ciudad y del país.
1 Armando Zacarías, “El papel de PIPSA en los medios mexicanos de comunicación”, Comunicación y Sociedad, DECS, Universidad de Guadalajara, núms. 25-26, septiembre de 1995 / abril de 1996, p. 76, en <http://www.publicaciones.cucsh.udg.mx/pperiod/comsoc/pdf/25-26_1996/73-88.pdf> [fecha de consulta: 4 de julio de 2017].
2 Arno Vicente Burkholder de la Rosa, “Prensa, Estado y empresarios: el boicot publicitario a Excélsior, 1972”, tesis para obtener el grado de maestro en historia moderna y contemporánea, Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, México, 2004, p. 36.
3 Ediciones Era 35 años. Edición homenaje (Serie: Homenaje a un editor), Universidad de Guadalajara, México, 1995, p. 7.
4 Elena Poniatowska, “El general se fue de vacaciones”, en Siempre!, núm. 863, 1970, y Siempre! presencia de México, núm. 495, 1971.
5 Anadeli Bencomo, Voces y voceros de la megalópolis. La crónica periodística-literaria en México, Iberoamerica-Vervuert, Madrid, 2002, p. 14.
* Doctorante en Historia Moderna y Contemporánea en el Instituto Mora, con líneas de investigación en historia política y de las izquierdas.