Natalia Eguiluz
En la campaña electoral para ser Jefa de Gobierno, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo propuso la creación de la Secretaría de las Mujeres, lo cual significa elevar a rango de Secretaría al actual Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México; después del triunfo, esta propuesta próximamente será una realidad y estará a cargo de Gabriela Rodríguez Ramírez. La iniciativa entraña la posibilidad de tener mayor coordinación e incidencia en todas las áreas de gobierno para construir políticas públicas transversales desde una perspectiva de género que impulsen la autonomía física, económica y política de las mujeres de la Ciudad de México.

Partiendo de ahí, es posible pensar en que la capacidad de intervenir en materia de política cultural también aumentaría, cuestión que es relevante pues se podría incorporar realmente la perspectiva de género en los programas culturales, así como abrir espacios de formación artística y actividades desde una perspectiva feminista. A su vez, la Secretaría de las Mujeres podría implementar en sus propios programas de educación informal, dirigidos a toda la población, los proyectos artísticos que están desarrollando artistas feministas mexicanas en la actualidad.
El arte feminista puede ser una herramienta para socializar los derechos humanos de las mujeres, propiciar la reflexión crítica sobre cómo nos construimos socioculturalmente y nos relacionamos entre hombres y mujeres, así como para denunciar las problemáticas a las que nos enfrentamos. Estas prácticas a diferencia de las clases, pláticas o conferencias permiten desarrollar procesos de comunicación y reflexión más horizontales entre individuos, colectivos y comunidades a través de la pintura, el arte público, la literatura, el cine, el videoarte, el performance, la música, las artes escénicas, etcétera.
En nuestra ciudad se han hecho esfuerzos al respecto, pero generalmente la inclusión de los proyectos o expresiones artísticas feministas sólo se programan en torno a días como el 25 de noviembre y los 16 días de activismo por la erradicación de la violencia contra las mujeres, el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, o el 14 de febrero para abordar la violencia en la pareja. Es en esas fechas cuando las instituciones gubernamentales en sus diversas áreas se muestran más abiertas a presentar este tipo de propuestas.
El Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México –antes InmujeresDF–, en una línea similar, la mayor parte de los festivales, encuentros, conciertos, exposiciones, etcétera, que organiza los realiza en dichas fechas, ejemplos de ello son el proyecto Amor es… sin violencia,1 en torno al Día del amor y la amistad, los conciertos en el Zócalo por el Día Internacional de la Mujer2 o los festivales contra la violencia hacia las mujeres. Aunado a estas acciones, el Inmujeres CDMX en colaboración con otras instituciones –en especial con el Sistema de Transporte Colectivo Metro– ha apoyado la realización de algunos proyectos de artistas feministas reconocidas3 que al presentar o intervenir con su trabajo los vagones y andenes del metro o presentarlo en el Zócalo logran propiciar la reflexión en miles de personas que transitan por esos espacios. Sin embargo, estas acciones no son permanentes ni hay un programa que tenga continuidad.
Sería deseable que la nueva Secretaría de las Mujeres impulsara la socialización de los derechos de las mujeres, así como la desnormalización de la violencia contra éstas y su denuncia, tomando en cuenta las posibilidades que brinda la creación artística con perspectiva de género y feminista. Acción que no sería producto de una construcción de arriba hacia abajo, sino simplemente implicaría potenciar la labor que muchas creadoras están realizando de manera independiente.
Realizar esfuerzos interinstitucionales para llevar a cabo proyectos artísticos feministas en espacios como las plazas, el transporte público, las escuelas, etcétera, no sólo en las fechas conmemorativas y de activismo, sino como parte de una política pública, a su vez colaboraría en fomentar la igualdad en la difusión de la obra de las mujeres que plantean desde su trabajo una preocupación sobre estas problemáticas.
Si entendemos que la desigualdad entre mujeres y hombres y la violencia contra las mujeres, el sexismo y la misoginia son producto de múltiples factores estructurales pero que sin duda lo cultural en este rubro es preponderante, se podrían efectuar un sin número de acciones creativas en la ciudad para generar conciencia crítica entre la población.

Las leyes más relevantes en la materia a nivel nacional, como son la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres (2006) y la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (2007), señalan obligaciones muy claras del Estado y, por lo tanto, de los gobiernos para impulsar cambios en materia de constructos y prácticas socioculturales que fomentan la desigualdad y la violencia. Por ejemplo, La Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres menciona en el Artículo 41 que “Será objetivo de la Política Nacional la eliminación de los estereotipos que fomentan la discriminación y la violencia contra las mujeres”.4 Asimismo, en el Artículo 42, punto II, señala la obligación de “Desarrollar actividades de concientización sobre la importancia de la igualdad entre mujeres y hombres”;5 en el III, “Vigilar la integración de una perspectiva de género en todas las políticas públicas”6 y en el punto IV sostiene que es necesario
Modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres con miras a alcanzar la eliminación de los prejuicios y las prácticas consuetudinarias y de cualquier otra índole que estén basados en la idea de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos o en funciones estereotipadas de hombres y mujeres.4
Por otro lado, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en el Artículo 38, punto I, menciona la obligación del Estado de “Impulsar y fomentar el conocimiento y el respeto a los derechos humanos de las mujeres” y en el II la obligación de
Transformar los modelos socioculturales de conducta de mujeres y hombres, incluyendo la formulación de programas y acciones de educación formales y no formales, en todos los niveles educativos y de instrucción, con la finalidad de prevenir, atender y erradicar las conductas estereotipadas que permiten, fomentan y toleran la violencia contra las mujeres.8
Estas leyes, aunque son vigentes desde hace varios años en el país y en la Ciudad, no han contado con la voluntad política para ser realizadas a cabalidad. Hoy afortunadamente vivimos tiempos de esperanza y transformación, en ese tenor el arte feminista es un campo que no debería dejarse a un lado.
1 “Amor es… sin violencia” (s/f), Inmujeres CDMX, disponible en <https://www.inmujeres.cdmx.gob.mx/amores-sin-violencia> [Fecha de consulta 8 de septiembre de 2018].
2 Notimex, “Alistan festejo por el día de la mujer en el Zócalo” (2018), en El Universal, 6 de marzo, disponible en <http://www.eluniversal.com.mx/metropoli/cdmx/alistan-festejo-por-dia-de-la-mujer-en-el-zocalo> [fecha de consulta 8 de septiembre de 2018].
3 Ver algunos proyectos de la artista Lorena Wolffer en <www.lorenawolffer.net> [fecha de consulta 8 de septiembre de 2018].
4 Ley para la Igualdad entre Mujeres y Hombres (2006), disponible en <http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/lgimh.pdf>, p. 13 [fecha de consulta 8 de septiembre de 2018].
5 Idem.
6Idem.
7Ibidem, p. 11.
8 Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (2007), disponible en <http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LGAMVLV_130418.pdf>, p. 11 [fecha de consulta 8 de septiembre de 2018].