Patricia Ximena Ortiz Couturier, diputada constituyente, joven activista y politóloga

¿Hubo alguna iniciativa de tu parte en la elaboración de la Constitución de la Ciudad de México? ¿Cómo participaste?

Sí, en la redacción quedó una. Trabajé sobre todo en el tema de las y los jóvenes. Participé en la Comisión de Alcaldías y en la de Buen Gobierno, Combate a la Corrupción y Régimen de Responsabilidades de los Servidores Públicos. Logramos la titularidad de derechos para las y los jóvenes, y que se reconociera la diversidad y la heterogeneidad de las personas jóvenes, lo cual es muy importante porque normalmente nos encasillan en dos ambientes: los que estudian y los llamados “ninis”, y no es cierto. El tema da para un abanico muy amplio y poder tener un margen de política pública muy grande, que hoy no sólo se ve como una cuestión de educación o de esparcimiento, sino que necesitamos encararlo desde muchas vertientes. Fue una iniciativa muy importante que trabajamos junto con otra compañera joven del PRD y logramos que pasara por unanimidad; fue uno de nuestros grandes logros y eso nos va a permitir hacer cosas a partir del 2018.

Otra iniciativa que no quedó, pero que ahora se discute en la Asamblea Legislativa, fue la de las alcaldías abiertas, que es la participación de diferentes liderazgos en las circunscripciones. Se impugnó, ya se había rechazado, pero el tema sigue vigente. Me dio mucho gusto que lo revivieran, de hecho lo platiqué con Porfirio Muñoz Ledo y Alejandro Encinas. Creo que lograrlo nos daría mucha más participación dentro de las elecciones. No es sólo una planilla y a ver a quién se le ocurre, y un pleito entre partidos. No, al contrario, sino que los concejales sean representantes, que no se convierta en asunto de “cuotas y cuates”, que es justo lo que no queremos. Lo que impugna morena es el por qué no se le preguntó a la gente si querían o no esa Constitución: nosotros pedíamos referéndum.

De por sí ha sido un proceso que desde el inicio no tuvo legitimidad y que fuimos ganando y conquistando a través de iniciativas, de información, de hacer asambleas en todas las delegaciones, en toda la ciudad; necesitábamos terminar un proceso con referéndum, por ello morena está impugnando. Parte de las discusiones que tuvimos fue el voto desde los 16 años de edad, porque para la derecha se les hacía muy fácil cambiarnos derechos por cuotas, cosa que es gravísima.

¿De qué manera se pueden garantizar —si quieres dar otros ejemplos— estos derechos a las juventudes diversas?

Necesitamos estar en los espacios tomando decisiones. No es un tema solamente de darnos oportunidad de participar con cuotas o con candidaturas, sino de espacios en los que se discuta qué políticas públicas requieren los jóvenes. Porque ahora, por ejemplo, hay varios institutos, no quiero mencionar cuales pero es muy obvio, que se dedican a dar tarjetas de descuento para ir al cine. Esas son las políticas que se están dando para las juventudes. Eso no es lo que necesitamos, sino aparecer transversalmente en absolutamente todos los temas, de otra forma los jóvenes no se van a poder apropiar ni del gobierno ni de las instituciones, ni van a poder seguir participando.

Hacia el futuro, ¿cómo evalúas el desempeño de esta Constitución en los rubros que te corresponden?

Bastante bien en los temas que participé; sobre todo, insisto, en esta parte de juventudes y en la Comisión de Alcaldías. En la Comisión de Buen Gobierno, Combate a la Corrupción y Régimen de Responsabilidades de los Servidores Públicos creo que se logró mucho a pesar de los topes que teníamos, como en el Artículo 122; no entiendo qué pretenden con poner ganchos en todo y en verdad jamás son capaces de hablar de ética política. Ahora está de moda combatir la corrupción, y nos cuesta muchísimo dinero el Sistema Nacional Anticorrupción; es un “elefante blanco” que no va a funcionar.

¿Cuál es tu evaluación del trabajo en la elaboración de la Constitución?

Fueron casi seis meses intensos de no saber qué iba a pasar al día siguiente; de entender el proceso de un partido, incluso el nuestro; de cómo se iba integrando una bancada en cinco meses y medio; de que logramos hacer compañeras y compañeros dentro de morena y conseguir dialogar con los demás. Creo que dimos un ejemplo de que no puedes congelar los temas.

Me parece gravísimo que te planteen hacer una constitución en tan poco tiempo, me parece una burla. Pero estaba el reto de hacerlo, y lo hicimos. Todos pensábamos que no íbamos a concluir, pero “al cuarto para las tres” terminamos. Creo que se quedan muchos temas pendientes pero tenemos un ordenamiento sólido para rescatar la ciudad. Al final, lo que queríamos era ciudadanizar los conceptos, que todo quedara lo más claro posible para que la gente se pueda apropiar de la Constitución.